Nocturna
Que las campanas de los condenados
repiquen,
que su sonido
eleve a sus muertos.
Aves de rapiña,
el festín
está casi listo.
La luna mira a lo lejos,
vestida con sus mejores rojos,
sol atemorizado
oculto tras alguna montaña,
el,
ya no quema.
El fuego crece,
tiran sus crucifijos a la hoguera,
olor a metal y carne en el aire,
la locura bebe de tu ojo
y bailan juntos
mientras todo se derrumba.
Abraza al ángel que te cuida,
y arranca sus alas
pues no te ha cuidado demasiado.
Traidor y traicionado
abrazados,
saltan a la hoguera.
E.I.
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