Nadie, nada
Ignorabas la presencia de otras almas,
tu arrogancia
no cabe en este mundo,
eres menos que la nada,
y tú,
crees que eres todo,
y pateas al mundo.
El llanto de la vida,
no siempre será tuyo,
es otra vida,
otro espacio,
y algún día,
deberás ceder el tuyo.
Tu piel se eriza,
y pretendes que crean
tu asombro,
olvídate de tu trono,
pues quien recorre los valles
lo tomara a pesar de tu llanto.
¿Qué es lo que tanto te asombra?
La eternidad es solo del tiempo,
para ti,
solo es una palabra en tu boca,
tu pasar es efímero,
y sin quererlo estas llamando
a quien recoge las almas.
Caen las estrellas,
se apaga el sol,
recuerda que lo hacen para todos,
no solo para o por ti,
que eres ya
una sanguijuela
en este mundo.
Te pegas a las pieles,
engañas,
reduces a nada sus mentes
y aprovechas
para absorber sus vidas
sus placeres.
Vives en la mentira
tu espacio es finito,
llegas a un fin,
más temprano que tarde
la tormenta caerá sobre ti,
y yo desde la cima de alguna montaña,
te veré arder
y reiré y bailare
cuando te vea caer.
E.I.
poesiasoscuras.blogspot.com.ar
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