Furia,

desbordada furia,
por estar aquí,
por no estar allí,
por el recorrido a empujones,
por respirar ese mismo aire,
ansiosa furia,
por este encierro,
por las verdes praderas en el horizonte,
las luces en la lluvia
las caricias de esas manos,
no pueden, no podrán,
calmar esta furia.

Furia,
explosiva,
violenta,
inesperada,
no acerques tu cuerpo
ni tu alma,
imagina una pared
y ocúltate detrás,
quizás no comprendas
no espero que lo hagas,
pues no sientes como yo,
lo que yo.

Furia,
de vivir amenazado por el futuro,
no busques brujos,
pues tu puedes leer tus manos,
esas mismas
que otorgaban, otorgan,
falsas caricias,
sin deseo, sin calor,
tus palabras no son amables
no son verdaderas,
en las noches más obscuras
apagas las luces
aquí
ahora
no mas engaños.

Dentro de la penumbra
me sosiego,
la calma es abrumadora,
respiro profundo
y siento paz,
soledad y paz,
cansado, tranquilo,
las aves que molestaban se han ido,
solo agua cayendo en mi ventana.

Levanto mi cuerpo,
y en paz,
tranquilamente,
destrozo mi memoria,
sin pensar,
sin recordar,
hundido en algún sillón,
me encuentro,
por primera y última vez,
en paz.

E.I.

poesiasoscuras.blogspot.com.ar

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