Las manos secas,

agrietadas,
huecas, vacías,
húmedos ojos ven,
saben también
que es eso
un reflejo de su alma.

Caminos cruzados,
elegir,
o reposar
en infinitas posibilidades
infinitas consecuencias.

Harapos cubren tu cuerpo,
un cuerpo vacío,
sin deseo,
aferrado a nada,
expuesto al pasar del tiempo,
asqueroso tiempo,
un cuerpo que será harapos también.

En la nada de tus manos,
en el vacío de tu cuerpo,
reposan las ganas,
y no despiertan
ya no despiertan.

E.I.

poesiasoscuras.blogspot.com.ar

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